Conoce la seguridad de los sistemas de acceso biométricos

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En los últimos años hemos visto como los smartphones han integrado un sinfín de tecnologías que van más allá de cámaras super potentes capaces de competir en condiciones de día con cámaras de mayor tamaño. De hecho, se podría decir que una de las herramientas donde el smartphone cobra mucho sentido es en la introducción de tecnologías que se aplica a los mismos.

De hecho, el mismo tamaño de los móviles es un ejemplo de ello. Hace apenas diez años, cuando los teléfonos con cámara empezaban a salir al mercado, el grosor de los mismos era realmente grande si lo comparamos con los móviles actuales, cuyo tamaño depende realmente depende de las pulgadas de la pantalla, y no tanto del grosor del mismo.

Actualmente las mayores innovaciones en los móviles están en la pantalla y en los sistemas de control de acceso. Por un lado, el tamaño de las pantallas se está reduciendo considerablemente, llegando hasta el punto de que encontramos móviles sin bordes alguno gracias a la integración de paneles AMOLED.

Pero la verdadera novedad está en los sistemas de acceso biométricos, que a pesar de que estos existen entre nosotros desde hace décadas, se están depurando para introducirse en dispositivos muy pequeños en tamaño, pero no en prestaciones. Principalmente hay dos sistemas de sistemas de desbloque biométricos, por un lado tenemos la huella dactilar, y por el otro todo lo referente al reconocimiento facial.

La empresa de la manzana mordida, Apple, introdujo en 2013 el primer móvil con desbloqueo por huella dactilar. Y no ha sido hasta este año que no ha presentado dispositivos móviles con esta tecnología. La seguridad de este método de acceso es bastante alta, y se utiliza en sistemas de acceso a edificios o a salas.

Para romper la seguridad de la huella digital hay que clonarla mediante técnicas que implican recoger una huella dactilar con acceso, e incluso tener que piratear diferentes sistemas informáticos para conseguir romper la seguridad del ordenador o centralita que controla el perno o dispositivo de acceso al que va conectado, lo que no es para nada fácil debido a la encriptación de los mismos.

De hecho, llama mucho la atención los casos de criminales fallecidos sobre los cuales no se pudo desbloquear el móvil debido a que tras poner la huella dactilar de manera errónea varias veces, los dispositivos móviles se bloquean. Y para desbloquearlos hay que hacer verdaderas virguerías informáticas.

Ya hemos hablado de la huella dactilar utilizada en sistemas biométricos, y siguiendo el ejemplo anterior, Apple por primera vez ha presentado solo dispositivos que utilizan el reconocimiento facial para desbloquear los dispositivos. Esta es la novedad, porque en realidad los sistemas de acceso por reconocimiento facial ya existen.

Dado que existen dos sistemas de acceso biométricos que se repiten en la mayoría de productos (tanto móviles como fijos, por ejemplo pernos de acceso), vamos a hablar de cuál de los dos es mejor, o si ambos sirven para unos entornos concretos, tomando como referencia el excelente artículo de Xataka.

Elegir entre la huella dactilar y el reconocimiento facial es sencillo a día de hoy.

Antes de hablar sobre ello, queremos incidir que en el artículo de hoy hemos hablado mucho sobre smartphones, pero los sistemas de acceso biométricos también se utilizan en otros productos. Estos productos son comercializados e instalados por empresas especialistas en control de acceso y presencia, siendo un referente en el mercado español el Grupo CAYP, una joven empresa andaluza con capacidad para trabajar en todo el territorio nacional, y formada por profesionales expertos con más de diez años de experiencia.

Volviendo al tema del artículo, el reconocimiento facial y la huella dactilar tienen como punto en común en que no son infalibles, y dependiendo de cada situación concreta conviene más o menos un método de acceso biométrico. Esto es así porque los sensores que miden los diferentes datos biométricos tienen un bajo porcentaje de error, lo que significa que puede fallar.

La realidad es que por comodidad, el reconocimiento facial puede ser mejor que el dactilar si está bien implementado. Pero si no está bien implementado el reconocimiento por huella dactilar supera al reconocimiento facial debido a que es más difícil encontrar el fallo del sensor durante repetidas veces.

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