Por supuesto, el sueño desde pequeños de muchos eran tener su propia moto y viajar libres y rebeldes a donde el viento nos lleve, con nuestra chaqueta y botas de cuero. Sin embargo, cuando llega el momento en el que hemos ahorrado lo suficiente y por fin podemos cumplir ese sueño, no podemos abalanzarnos sin pensarlo dos veces, y es que hay que saber que moto estamos eligiendo, e intentar hacer la mejor inversión, de forma que nos pueda brindar la mayor cantidad de beneficios a largo plazo.
Cómo hacer una buena inversión al comprar una moto
Lo primero que debemos preguntarnos es ¿Para qué? Y ¿Por qué? Voy a comprarme la moto. Tal vez, tu primera repuesta sea “para andar en el lodo y los terrenos difíciles”; y esto es totalmente válido, solo que entonces esto determina un tipo de moto en particular, que sea la que mejor se adapte a ese fin de entretenimiento y deporte extremo, como por ejemplo, lo hace el modelo Enduro. O puede ser que sólo la quieres para moverte por la ciudad con mayor agilidad, sorteando el tráfico, y puede que entonces, una Scooter sea la compra ideal.
No hay que olvidar que detrás de cualquier fin, la razón por la que decidimos comprarnos una moto es porque nos hacen felices, porque nada nos hace sentir tan libre como salir a rodar; y es ahí donde entra el factor del corazón en la decisión de compra.
Sin embargo, esto es lo que necesitamos equilibrar: decidir con la cabeza y el corazón. Al igual que no se puede tomar una decisión sin evaluarla con cabeza, tampoco todo puede ser puro razonamiento, hay que meterle feeling.
Basados en ese equilibrio es que debemos elegir la moto ideal, sin dejarnos llevar por distractores. Por ejemplo, es muy fácil caer siempre con la moto más bonita, en vez de pensar en sus propiedades y que tan funcional es para nuestro objetivo. Aquí es cuando debes mantener tu cabeza fría y volver a hacerte la pregunta inicial. ¿Para qué vas a comprar la moto? Si la respuesta es para tenerla de exhibición y contemplar lo hermosa que se ve en la cochera de tu casa pues si, ir por la más bonita es tu opción, pero y si en realidad te estas gastando los ahorros de tu vida en una moto de exhibición que no vas a poder sacar a correr por la ciudad ni por la carretera o peor aun, que no te alcance para mantenerla. Bien vale la pena pensar dos veces antes de decidir si la más bonita es la más conveniente. Es decir, el factor estético es importante, pero no debe serlo todo.
Algunas veces el aspecto económico tiene demasiado peso y solemos hacer una compra basada en eso. Sin embargo, una buena inversión no significa siempre comprar lo más barato, más bien, algunas veces por ahorrar un poco de dinero prescindimos de aspectos de mayor importancia como la seguridad, por ejemplo, una moto con frenos ABS nos puede salvar de muchas situaciones desagradables que bien vale pagar, entre otras propiedades de valor. En caso tal, lo mejor sería, en caso de tener un presupuesto un poco ajustado, apostar por un modelo usado, pero que esté en buenas condiciones y tenga unas buenas características.
Otro de los factores que nos suelen enganchar es querer comprar la más rápida, pero hay que ponernos un freno y pensar que tanta rapidez no valdrá entre frente a los semáforos, el cruce de peatones y el tráfico de la ciudad, por lo que, a menos que seamos corredores en carreras profesionales, nos vendrá mejor otro modelo más funcional para la rutina de la ciudad.
No se trata de desalentarte, todo lo contrario, se trata de darte los consejos más útiles para que la compra que hagas, además de satisfacer tu fantasía, también sea una buena inversión que se adapte a tus necesidades, no desbarate tu presupuesto y tenga características a las que sacarle mayor provecho, incluso, a largo plazo.
Cómo ahorrar dinero con tu moto
Si seguimos los consejos en el apartado anterior y hacemos una compra inteligente, una moto ayuda a controlar tus gastos, sobre todo si comparas moverte en moto a desplazarte en coche. De esta forma, tu nuevo medio de transporte se puede convertir en la clave para ahorrar algo de dinero día a día.
Para lograrlo solo tienes que seguir estos 7 consejos, que los expertos en motos y scooters de Scoomart te facilitan. No solo verás el resultado en tu billetera, sino que verás aún más las ventajas cuando lo compares con esos miles y miles de usuarios de coches que pasan horas a la semana encerrados sobre cuatro ruedas y que aún no han descubierto los beneficios de las motos o las ventajas de los scooters para moverse por la ciudad.
- Con una moto ahorras gasolina
La gasolina es cara y no está como para desperdiciarla; lo bueno es que una moto consume menos combustible que otros vehículos.
Por ejemplo, si te vas a mover por ciudad tendrás más que suficiente con motos de motores pequeños poco tragones. Además, las nuevas tecnologías de inyección han ajustado mucho la optimización de la cantidad de gasolina necesaria para moverse y se pueden conseguir consumos ínfimos en el día a día. Eso sin contar que las motos son mucho más ligeras que los coches, por lo que el esfuerzo para que se muevan es mucho menor.
Por último, sucede que cuando hay tráfico, las calles están atascadas y los coches no tienen más remedio que arrancar y frenar constantemente, mientras que las moto siguen avanzando a un ritmo constante, evitando así los constantes acelerones que se traducen en un mayor consumo de combustible.
- Con una moto ahorras tiempo
Esta es la ventaja indiscutible y conocida por todos. Una moto se abre paso en la ciudad con muchísima agilidad y más rapidez que cualquier otro vehículo, por lo que ganas tiempo en tu día a día.
En moto necesitas menos tiempo para cada uno de tus desplazamientos, además de ser la gran solución a los atascos. Y es que piensa que en coche pasarías largos periodos de tiempo atrapado en el tráfico de la ciudad.
En conclusión, una moto te permite tener más minutos útiles al día que un coche, por lo que puedes invertir ese tiempo en algo productivo que se trasforme en un beneficio económico. Si en tu vida el tiempo es oro una moto te ayudará a no perderlo.
- Con una moto no pagas parking
Las motos suponen un ahorro al moverte por la ciudad porque no tienes que pagar para poder estacionar, a diferencia de los coches con los que tienes que gastar dinero ya sea en un parking o en los sistemas de estacionamiento regulado de las calles de la ciudad. Incluso, en muchas ciudades está permitido estacionar las motos en las aceras, imagina lo cómodo que es.
4. Con una moto paga menos en algunos peajes
Hay muchos peajes en los que las tarifas están diferenciadas por tipo de vehículo y en estos casos, las motos suelen pagar el valor más bajo de todos. Otra ventaja que te permitirá ahorrar dinero a comparación de con un coche.
5. Con una moto las plazas de garaje son más baratas
Si en casa te gusta que tu moto duerme bien guardada en un garaje, pero tu vivienda no dispone de uno, y te ves en la necesidad de alquilar una plaza, con una moto te saldrá más barato. Esto porque una moto ocupa un espacio muy reducido, disminuyendo el tiempo y el espacio necesario, y por consiguiente, el costo de la plaza. Es más, si ya tienes un coche en una plaza de garaje es probable que puedas guardar la moto junto al coche, ahorrando aún más.
6. Puedes encontrar motos muy baratas
Este punto tiene que ver un poco con la sección anterior sobre hacer una buena inversión al comprar una moto.
Como dijimos, depende de la moto que busques, hay desde motos realmente caras hasta motos más baratas y fáciles de adquirir que cualquier otro vehículo motorizado. Por ejemplo, las motos para principiantes o las motos pensadas para la ciudad suelen tener precios bastante bajos y al adquirirlas te supondrá un gasto muchísimo menor que lo que supone comprar un coche por barato que sea.
Incluso, el ahorro será mucho más si, como te comentamos anteriormente, optas por comprar una moto de segunda mano que esté en muy buen estado y que a la vez te ayude aún más a cuidar tu bolsillo.
7. Los gastos de una moto son bajos
Por último, pero no menos importante, los gastos de mantenimiento de una moto son mucho más baratos que los de un coche, al igual que lo son sus seguros, sus neumáticos, sus impuestos, las tarifas de la ITV… En fin, todo lo que suma, suma menos cuando se trata de una moto.