Hoy, la imagen lo es todo. Y aunque Internet se ha convertido en la principal ventana al mundo y las redes sociales y plataformas, el medio más eficaz de publicidad, esto no resta importancia al diseño y cuidado del establecimiento físico. Sí, casi la mitad de las compras, se realizan online, pero el resto no. Y aunque con el tiempo esta tendencia irá en aumento, lo cierto es que el local tradicional o la oficina, seguirán siendo un escaparate de la marca. Su verdadera imagen.
Pero una buena imagen, no solo consiste en un diseño atractivo, en la belleza de las formas y en la estética del establecimiento. Además, un buen diseño, ha de crear un espacio funcional donde el cliente o la clienta, sean capaces de percibir la verdadera naturaleza del negocio. ¡Cuántas empresas han fracasado por no haber sabido transmitir esto! Un buen diseño, es aquel que sabe transmitir un mensaje, la filosofía y los valores de la marca, se manifiestan a través del mismo.
Porque diseñar, es, en definitiva, plantearse un objetivo a cumplir, y más allá de las modas, están las necesidades de cada empresa. Aprender de lo que funciona está muy bien, pero no hay que imitarlo todo, ni tampoco agarrarse a una moda pasajera.
Diseño de locales comerciales y oficinas
Con un buen diseño de locales comerciales y oficinas, es posible aumentar el número de ventas considerablemente, y por ende, los beneficios. En poco tiempo, se habrá amortizado la inversión. Porque además de transmitir los valores de la marca, un buen diseño ayuda a ofrecer al público la mejor presentación de sus productos o servicios. El orden, hace más cómoda y agradable la visita, y anima a comprar. Una tienda ordenada, facilita la búsqueda de productos. Y no hay que olvidarse de unos probadores de fácil acceso y cómodos, donde el cliente pueda probarse las prendas sin dificultad, con su espejo, su banco y sus colgadores.
Pero además, está la fragancia del establecimiento, la música ambiental, la temperatura, la limpieza, y por supuesto, la educación de los vendedores y vendedoras. Todo esto habla mucho de la marca. Un lugar sucio, con mal olor, una temperatura excesivamente alta o todo lo contrario, baja, o unos dependientes maleducados, no son nada apetecibles.
La creatividad juega aquí un papel esencial. Ser capaces de establecer comunicación con el cliente es fundamental. En este sentido, la inversión en diseño es total y absolutamente necesaria, y rápidamente se verá amortizada. Si eres empresari@, has de ser consciente de que debes diferenciarte del resto, marcar la diferencia, posicionarte frente a la competencia, en un mercado tan saturado como el actual.
En Niko&Klaus, son conscientes de la importancia de un buen diseño de locales comerciales y oficinas, y por eso, intentan ofrecer el mejor servicio de interiorismo a fin de alcanzar los objetivos perseguidos por sus clientes. Tienen la experiencia suficiente para conseguir prácticamente cualquier objetivo porque son profesionales con una larga trayectoria a sus espaldas. De este modo, conseguiremos proyectar de nuestra empresa la imagen que queremos dar.
Así se conseguirá llamar la atención del consumidor, despertar su interés y conseguir clientes fieles a la marca. De lo que se trata, es que el cliente entre en un establecimiento comercial u oficina, y puede vivir una experiencia única, diferente, que le invita a adquirir un determinado producto o servicio, una marca, y no otra.
Un buen diseño es de vital importancia para la empresa, independientemente del sector del que se trate, moda, restauración, servicios, etc… Todos han visto aumentar su número de ventas tras una reforma importante. Y es que los cambios, han de ser así, radicales. La transformación ha de ser completa. El cambio de imagen no puede ser un simple lavado de cara, sino más bien, una operación de cirugía estética.
Como ejemplo podemos poner esos restaurantes cutres que salen en “Pesadilla en la Cocina”. Chicote, no se limita a cambiar pequeños detalles, sino que transforma la imagen del establecimiento por completo. Este es el secreto. ¿Estás preparada@?