Son muchos los problemas que asolan a nuestra sociedad en los momentos en los que nos encontramos. En los últimos tiempos, la crisis económica, el desempleo, la corrupción de muchos políticos, la crisis independentista en Cataluña y, más recientemente, la pandemia ocasionada por el coronavirus han marcado la agenda de la actualidad ocasionando cierta inestabilidad en nuestro país. Pero a nadie se le debe escapar uno de los problemas sociales más acuciantes y al que hay que poner solución con la máxima de las urgencias: hablamos, como no podía ser de otra manera, de la violencia de género.
Es un asunto que hay quien todavía discute, pero que no tiene discusión ninguna. La violencia de género existe y hay que erradicarla con la máxima de las celeridades. Son muchas las mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas desde hace muchos años tanto en España como en otros países del mundo y lo cierto es que la situación contraria, la de mujeres que asesinan a sus maridos, no tiene nada que ver porque presenta resultados irrisorios en comparación con las mujeres que fallecen a manos de sus esposos o novios o que sufren algún tipo de violencia, aunque no llegue a la muerte.
Vamos a mostraros los datos que ponen de manifiesto la magnitud de este problema en el interior de nuestras fronteras. Una noticia publicada en la página web del diario 20 Minutos aseguraba que en el mes de mayo hubo una semana en la que se contabilizaron hasta seis víctimas de violencia de género en España. Hay que hacer algo con esto porque no nos podemos permitir este tipo de registros. Es una auténtica vergüenza y una lacra contra la que hay que luchar con todas nuestras fuerzas. Y ni que decir tiene que todos los agentes sociales deben aportar su granito de arena en esta lucha.
Otra noticia, en este caso publicada en la web de la agencia de noticias Europa Press, indicaba que, para el mes de junio, ya habíamos alcanzado la veintena de fallecidas por violencia de género en España en lo que iba de 2021. Existía una gran crisis en este sentido porque, además, más de la mitad de las víctimas se habían contabilizado desde el mes de mayo. Como estáis viendo, es evidente que existe un problema social de la máxima importancia en lo que tiene que ver con este campo y existe la necesidad de proteger a todas las personas que se encuentran amenazadas por él.
Teniendo en cuenta todo lo que os hemos venido contando hasta ahora, parece lógico pensar que hay que encontrar profesionales especializados en este campo para luchar contra una lacra social como de la que venimos hablando. Y en ese sentido, ha cobrado mucha importancia la figura de un abogado que sepa de primera mano cuál es la legislación española a este respecto. Con este tipo de figuras es como mejor podemos evitar que se sigan sumando mujeres a esa lista negra que no ha parado de crecer y que da pie a una de las más grandes injusticias no solo de la actualidad, sino de la Historia.
La violencia de género es un problema de primera magnitud en España y es imprescindible que contemos con los y las mejores especialistas para luchar contra todas y cada una de sus situaciones. Expertos y expertas en abogacía son las personas indicadas para buscar las condenas de los agresores y para prevenir más agresiones y muertes. Los y las profesionales del bufete Trujillo llevan años luchando contra la violencia de género y no han parado de advertir la cantidad de casos que existen en España y que no han parado de crecer en los últimos años.
Necesitamos avances sociales en este sentido
España no es el único país del mundo que tiene una necesidad en este sentido. Lo cierto es que la mayoría de las naciones que componen nuestra Tierra tiene una legislación que todavía no es completa a este sentido y la figura de los abogados y las abogadas tienen una importancia que es tremenda en lo que tiene que ver con este asunto. Necesitamos todavía una mayor especialización en materia de violencia de género para luchar contra esto y terminar de enterrarlo.
Tenemos que terminar con esta lacra y eso es algo que, desde luego, podemos conseguir entre todos y todas, aunque no seamos abogados o abogadas. Tenemos que hacer de este un tema que esté en la agenda de todos los gobiernos del mundo, no solo del español. Es la única manera de hacer justicia con este asunto y, lo que es más importante, terminar con las muertes que año a año se vienen produciendo en este contexto. Esa sería la mejor señal de que, como sociedad, estamos avanzando en la dirección indicada.