La carrera artística siempre ha sido más que atrayente para un gran número de personas. Cuando uno se siente un artista es muy difícil no querer plasmar todas las ideas que tenemos en nuestra cabeza y materializarlas para el disfrute del ojo humano.
Sin embargo, no solo de la pasión se vive y si queremos convertir ese arte que tanto nos mueve en nuestra profesión debemos hacerlo un medio rentable.
Debemos ser efectivos en el mensaje y concretar a la hora de producir nuestra propia obra de forma que logremos marcar una diferencia en el mercado.
Por ejemplo, hasta no hace mucho tiempo las compras de obras de arte estaban ligadas simplemente a la idea del disfrute personal, el placer de admirar y compartir lo sublime de una pieza artística. Hoy precisamente eso ha cambiado mucho, hasta el punto que invertir en arte ya no solo conlleva a la admiración de una creación con un fin placentero, sino también a la adquisición de una pieza con un beneficio de tipo financiero.
Al arte, que por tanto tiempo ha sido una cuestión de deleite estético, ahora se le ha sumado el factor de la rentabilidad. Sin embargo, muchas dudas siguen existiendo al respecto de la rentabilidad de esta profesión, por lo que nuestros amigos de El Quatre, galería de arte, nos ayudan a ver la pintura desde otro ángulo.
El arte según los números
Aventurarse en este mundillo es cuestión de conocer a sus compradores. Según uno de los últimos estudios publicados por uno de los grupos financieros más importantes de nuestro país, el 97% de los compradores de obras artísticas confiesan que suelen adquirirlas movidos por aspectos puramente emocionales, mientras que el 49% mencionan estar impulsados por la inversión que generan a la larga. De aquí ya podemos concluir los dos principales motivos que mueven a un consumidor a adquirir una obra de arte, sin embargo hay muchos más datos de interés sobre el asunto.
Por ejemplo, según otra investigación publicada por Citibank, una empresa financiera estadounidense, el mercado del arte ha mostrado desde el año 2000 un constante desarrollo del 13,7% de manera mundial. Mientras que un artículo de la Art Market Research especificó que, desde hace unos 10 años, las obras de arte contemporáneas han visto crecer su rentabilidad en un 12,4%.
Aunque si es verdad que las cifras son alentadoras, esto igual es un tipo de inversión que, como cualquier otra, conlleva probabilidades tanto de ganar como de perder. No obstante, el riesgo de que esto último suceda se va haciendo menor a medida que va pasando el tiempo y el arte va aumentando su valor. Incluso, los expertos en subastas de arte dicen que el índice que están teniendo últimamente las obras de arte es mayor a las pérdidas que puedan causar con el paso de los años.
Ahora las piezas artísticas terminan siendo depósitos de valor que los compradores adquieren sin dejar atrás el valor estético, y así poder deleitarse mientras va aumentando la tasación de su obra de arte. No obstante, para asegurarse que están ante grandes tesoros artísticos siempre es recomendable que el proceso de inversión siga una serie de pasos que evite un riesgo de pérdida. Por ejemplo, es recomendable que se lleve a cabo desde sitios reconocidos tales como galerías o casas de subastas de arte, ya que eso le da un plus en cuanto a su procedencia, y así reducir la probabilidad de que termine siendo una pieza robada o una falsificación, y garantizando su salida en las subastas de cuadros presenciales u online.
Además de saber cuáles son sus orígenes, de donde procede, la historia de los dueños, otros de los aspectos igual de importantes y que deben saber, porque influyen a la hora de darles una tasación de su obra de arte positiva, es la originalidad y excentricidad de la pieza, así como su calidad, belleza y el histórico de ventas, por supuesto.
Asimismo, también es relevante analizar el estado de conservación y que ver no ha sufrido demasiadas restauraciones importantes o mal hechas, así como repintes que le terminen quitando valor a la pieza.
Una buena idea es asesorarte con una casa de subastas que te pueda dar la certeza de que están invirtiendo en arte seguro.
¿Es rentable apostar por el arte español?
No solo hablando de la rentabilidad del arte en general, sino del arte de nuestro país; podemos decirte que hacerse con piezas de artistas nacionales es hoy día una inversión totalmente rentable y segura, y más si tenemos en cuenta que los costos de estas se encuentran muy por debajo de lo que el resto de Europa nos tiene acostumbrado.
Por ejemplo, en las diferentes galerías y casas de subastas de arte de nuestro país el precio promedio de las obras de arte contemporáneas ronda a lo sumo entre los 5000 – 6000€, lo que viene siendo prácticamente la mitad de lo que se conoce a nivel global.
Con esto no quiere decir que se menosprecie el trabajo de los artistas españoles, ni mucho menos, todo lo contrario, es una realidad, aparte que como bien es sabido de entre las obras preferidas de los grandes inversores del mundo se encuentran las figuras de Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Tapies, Juan Gris, Ramón Casas…, pero ya estamos hablando de cifras mucho más altas…
¿Cómo ser artista y vivir del arte?
Si lo que quieres es vivir de las ventas de tu arte, a menos que tengas dinero para contratar los servicios de profesionales, deberás encargarte tú mismo de la mayoría de las tareas administrativas y comerciales de tu negocio. Para tomar la decisión, lo primero es informarse y saber lo que implica esta empresa:
- Inestabilidad económica. Prepárate mentalmente para no tener un salario fijo y vivir de los ingresos que seas capaz de generar sobre la marcha, al menos hasta que tu negocio se vuelva algo estable.
- Control de ingresos y gastos. Debes calcular tus gastos básicos mensuales, trimestrales y anuales, para poder asumirlos. Analiza de dónde provienen tus ingresos y a dónde va ese dinero.
- Legalidad. Puedes comenzar como amateur para poner a prueba la viabilidad de tu proyecto y ganar experiencia profesional a tu ritmo, pero ponte un límite de tiempo o de ingresos para legalizar tu situación. Aumentarán tus gastos fijos, pero a la larga estarás más protegido económicamente: impuestos, seguridad social, etc.
- Poner el precio justo. No seas tímido cobrando por tu trabajo y calcula que el precio del proyecto sea rentable. Además de que debes intentar incluir los gastos de prestaciones como seguros (vida, salud, incapacidad, seguro de propietario o inquilino…), pensiones (desgraban impuestos y el ingreso que producen está libre libre de cargas), vacaciones pagadas, etc; y los gastos indirectos (como las horas que dedicas a limpiar tu estudio, por ejemplo).
- Diversificación. Diversifica tus fuentes de ingresos y siempre mantente alerta de nuevas oportunidades: Ventas, encargos, trueques, clases, asesoramiento, becas, residencias, donaciones, concursos, otro trabajo por cuenta propia o ajena, alquileres…
- Inversión a nivel social. Debes invertir en tu red de contactos: colaboradores, amigos, profesionales del sector, instituciones, etc; ya que de ella es de donde saldrán tus ingresos.
- Marketing. Dedica un par de horas a la semana a la auto-promoción, crea tu página web, cuida tus redes y véndete para conseguir nuevos encargos.
- Crisis es oportunidad. En tiempos difíciles, sé creativo con tu negocio. No te desanimes y lanza campañas u ofertas especiales que te ayuden a recuperarte.
- Ahorrar para los tiempos difíciles. Cuando el negocio vaya bien, debes ahorrar dinero para rachas menos prósperas. Es conveniente tener un colchón económico equivalente a 3-6 meses de gastos básicos.
- Separar tus economías. Separa tu economía profesional de la personal. Incluso, lo más recomendable es crear una cuenta bancaria con tarjeta para dividir ingresos y gastos profesionales de los personales.
- Financiación. Trata los gastos en tu arte y negocio como inversiones.
- Guarda las facturas. Registra regularmente todos los costes de tu negocio a lo largo del año para facilitarte la declaración de la renta e infórmate sobre cómo deducir el máximo de gastos. Así estarás al día con todos los trámites legales.
- Impagos. Insiste cuanto haga falta para cobrar pagos retrasados, no dejes que tu trabajo se pierda. Incluso, te recomendamos trabajar con contrato para protegerte en estas situaciones.
Recuerda que el arte también es un negocio
Si después de leer como será tu vida trabajando como artista, quieres emprender en este mundo, debes recordar que el arte también es un negocio, y que además de artista, debes ser un empresario. Tienes que ver tu trabajo creativo también como una sociedad capitalista.
Los recursos técnicos y artísticos que adquiriste durante tu formación académica son imprescindibles para ejecutar tu obra, pero es mucho más importante que tu mente esté bien estructurada sobre una base de pensamiento positivo y firme. Así sortearás con éxito todos los obstáculos en el camino.
Si es verdad que al principio se comienza con mucha ilusión, pero a medida que pasa el tiempo se debe entender que más que una pasión, este es nuestro medio de vida.