Solo de pensar en pisar la clínica del dentista te entra ansiedad y pánico. Sentarte en la sala de espera y escuchar el sonido de las máquinas trabajar es el peor de los castigos para ti. Y es probable que lo pases tan mal, que llegues a descuidar tu salud, o no acudas a las revisiones correspondientes solo por no tener que pasar por ese momento temido. Lo primero que debes saber si te has sentido identificado/a al leer esto, es que se trata de un miedo mucho más común de lo que creemos. De hecho, existe hasta un término conocido como “odontofobia” que designa este trastorno y que, según una encuesta nacional realizada en el año de 2020, padece el 15% de los españoles. ¿Crees que es tu caso? Entonces quédate en este post porque te daremos algunos consejos para superarlo.
Infórmate bien sobre las intervenciones que practican los dentistas: verás que no son para tanto
Muchas veces nuestros temores se basan en el miedo a que algo salga mal y terminemos dañados o experimentando dolores fuertes. El dentista está precisamente para curar, y mejorar nuestra salud bucodental; y es un trabajo que realiza diariamente. Debes concienciarte de que el especialista que te atienda, estará perfectamente formado e intentará hacer todo lo posible para que no experimentes dolores. Te recomendamos que te informes sobre las intervenciones a las que te tengas que someter, no para asustarte más, sino para saber a lo que te vas a enfrentar y, una vez allí, no llevarte sorpresas. Familiarízate con las herramientas que utiliza y trata de comprender que no son utensilios hechos para dañar, sino todo lo contrario.
Tómate tu tiempo a la hora de elegir dentista
Se recomienda a todo el mundo acudir a una clínica de confianza, pero si sufres pánico al ir al dentista, es todavía más necesario que te tomes tu tiempo a la hora de elegir un profesional de calidad que cuente con la formación, experiencia e instalaciones de mayor calidad. De esta manera, te sentirás mucho más seguro. Para ello, puedes consultar las páginas web de empresa o mirar los comentarios y reseñas que deja la gente.
Transmite tu miedo a los profesionales que te atiendan
Este paso es muy importante. Si eres una persona tímida, es posible que te cueste un poco más, pero te recomendamos que, antes de sentarte en la silla, le expreses tus miedos y preocupaciones a los profesionales que te atiendan. Hemos consultado a unos especialista en salud dental, Clínica Clavero, y nos han comentado que dentro de la psicología médica, sus especialistas se decantan por una filosofía basada en el trato cercano y amable para que el paciente sienta la máxima comodidad. Es importante que no creas que la persona que está atendiendo es un extraño o enemigo, y lo percibas como una persona accesible para pedirle un descanso, o para que te explique sus procedimientos de la manera más suave y comprensible posible.
Ve acompañado/a o busca entretenimientos
Aunque la persona que te atienda sea muy agradable, es posible que no pueda darte conversación o distraerte, ya que estará concentrada en su trabajo. Por eso recomendamos que acudas con un acompañante, amigo, pareja o familiar, para que te cuente cosas y te mantenga distraído/a. Si esta opción no es posible, siempre puedes pedirle al dentista que te deje poner un poco de música, o un podcast para que tengas la mente ocupada; siempre y cuando, te permita escuchar también las indicaciones del especialista.
Acompaña a tus seres queridos en sus citas
Uno de los métodos más eficaces para perder el miedo a ir al dentista, es acudir con frecuencia. Sin embargo, entendemos que no es una práctica que se haga diariamente; así que puedes aprovechar las citas de tus seres queridos, y estar presente durante sus intervenciones para hacerte a la idea de que no es un lugar peligroso.
Acude a terapia
Como hemos comentado, el miedo a ir al dentista es más común de lo que creemos y a muchas personas les cuesta superarlo. Si necesitas enfrentarte a un procedimiento difícil que implique pasar largas horas en la silla; la terapia te ayudará a gestionar el estrés y ansiedad que esta situación te pueda provocar.
Estos son algunos consejos para aquellas personas que lo pasan realmente mal cuando tienen que ir al dentista. Recuerda que quienes te atienden son profesionales de la salud y están haciendo su trabajo para mejorar tu calidad de vida y proteger tus dientes y tu boca. Asimismo, piensa que cada año se alcanzan avances tecnológicos que hacen que estos procedimientos sean mucho más agradables y fáciles de sobrellevar. No dejes de ir al dentista por miedo. Es necesario, y te ayudará a sentirte bien contigo. ¡Mucha suerte y ánimo!