¿Cómo se obtienen los extractos naturales?

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Hoy en día el uso de las plantas medicinales ha evolucionado y tiene un sinfín de aplicaciones. Mientras que en la antigüedad eran empleadas para curar ciertos males y dolencias físicas, hoy en día tiene un extenso campo de aplicación en variedad de áreas, desde el sector alimentario hasta la elaboración de productos de belleza.

Esto porque las sociedades ahora se preocupan más por consumir productos que no sean dañinos para su cuerpo, ni para el medio ambiente, buscando alternativas cada vez más naturales a los productos de siempre, por ejemplo, aquellos elaborados con extractos vegetales con procesos de extracción orgánicos.

Así, estos pueden ser de varios tipos dependiendo del método de extracción utilizado, lo que si guardan en común son sus múltiples beneficios, que van desde ser productos libres de químicos, hasta propiedades beneficiosas para nuestro organismo.

A continuación, aprendamos más sobre los extractos naturales y como se obtienen gracias a la ayuda del equipo de Marenostrum, extractos de plantas biodinámicos.

Métodos extractivos

La extracción puede realizarse a partir de plantas frescas, secas, semi-secas o fermentadas.

Para comenzar, hay que separar las sustancias, obteniéndose dos componentes: el extracto en sí y el residuo (llamado bagazo). Para lograrlo, se puede acudir a uno de los siguientes métodos:

  • Expresión, por medio de este se introduce la planta en una prensa hidráulica y se exprime.
  • Extracción por incisiones, método empleado para lograr gomas, resinas y mieles.
  • Destilación, es el método que se utiliza para obtener aceites esenciales y productos grasos.
  • Uso de solventes, es quizá el método más empleado. Este solvente puede ser agua, mezclas hidroalcohólicas, glicoles o disolventes orgánicos. Y de ser este el método aplicado, se pueden a la vez encontrar los siguientes submétodos de aplicación:
    • Maceración, consiste en dejar la planta molida en contacto con el solvente a temperatura ambiente entre tres y 10 días.
    • Digestión, el método es muy parecido al explicado anteriormente, solo que el reposo se realiza a una temperatura superior.
    • Infusiónes otro método muy conocido y se produce al hervir el solvente e introducir la planta, lo cual se debe dejar enfriar a temperatura ambiente.
    • Decocción. Es otro método que usa el agua como solvente. La diferencia es que en este hay que cubrir la materia prima con disolvente y llevarla a ebullición durante unos 15 o 30 minutos, para luego, filtrarlo.
  • Percolación. Consiste en pasar el solvente (al que se añade la planta) por un material poroso, de forma que queda filtrado.

Los extractos estandarizados

Esta clasificación según el proceso de elaboración permite también agrupar los extractos  en función de su eficacia: sólidos, líquidos y en polvo.

Entre ellos queremos destacar a los extractos sólidos, ya que son  son los que más principios activos concentra. De hecho, tienen una concentración superior a la planta original, siendo que de cada cinco kilos de planta, se obtiene un kilo de extracto, por ejemplo.

Eso sí, hay que someterlos a un proceso de estandarización si se quiere mejorar su eficacia y seguridad., y potenciando sus efectos terapéuticos, o bondades para el organismo, convirtiéndole en materiales de la más alta calidad, con un alto nivel de concentración de principios activos, para la elaboración de excelentes productos con características naturales.

Usos de los extractos

Esta materia natural, como hemos dicho a  lo largo del artículo, puede ser utilizada en un motón de aplicaciones, en la elaboración de variedad de productos y en diferentes industrias, desde la de alimentación, hasta la de cosmética. Aquí, algunos de sus usos:

  • Aumentar o potenciar a otro compuesto activo ya presente en un alimento, de forma que este sea realmente efectivo para la salud del consumidor.
  • Incorporar un compuesto activo a un alimento para aumentar su vida útil. Esto porque los extractos pueden minimizar los ataques microbianos y retrasar la caducidad de los alimentos. Por ejemplo, el romero puede servir como agente antioxidante y antimicrobiano para los alimentos procesados como los embutidos. Y si es verdad que aunque desde siempre se han utilizado las hojas de la planta para lograr este efecto, los extractos de hoy en día permiten utilizarlos como compuestos ya integrados en estos productos durante el proceso de elaboración industrial.
  • Añadir a un cosmético la parte bioactiva de un vegetal para volverlo más natural y más amable con nuestra piel.
  • Aportar al organismo un compuesto activo que le ayude a luchar contra la aparición de determinadas enfermedades. Esto, en otras palabras, sería un reemplazo más sencillo a que el consumidor tenga que ingerir un motón de otros alimentos para lograr el mismo efecto.
  • Innovar productos aportándoles una cantidad mayor de propiedades saludables.

 

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