La Unión Europea, de la que formamos parte, concibió hace unos años unas recomendaciones que desde 2018 han cobrado mayor relevancia en el campo de la formación y el empleo.
Estas recomendaciones, hacen referencia a la formación permanente y continua de los ciudadanos. Así como la necesaria adquisición de una serie de competencias para la ciudadanía.
Las competencias clave se imponen como condición indispensable para que los ciudadanos, alcancen un pleno desarrollo tanto personal, como social y laboral. Todo esto con objeto de que los individuos se ajusten a las demandas crecientes, cambiantes y actualmente vinculadas a un mundo tecnológico y globalizado. La pretensión es hacer posible el desarrollo económico y social vinculando al conocimiento.
Por tanto, se define como competencias clave, a la combinación de una serie de capacidades, conocimientos y aptitudes que según la citada Recomendación se componen de:
– Las habilidades para realizar procesos y utilizar el conocimiento para obtener resultados debido a eses capacidades adquiridas.
– El conocimiento se compone por los hechos, cifras, conceptos, ideas y teorías ya establecidos que apoyan la comprensión de un área o áreas concretas.
– En tanto que las actitudes se refieren a la mentalidad y disposición para actuar o reaccionar ante ideas, personas y situaciones.
La recomendación, asume que las personas necesitan el conjunto de todas esas capacidades y competencias con objeto de alcanzar y mantener un cierto nivel de vida. Con ello la pretensión de hacer posible sostener elevadas tasas de empleo y lograr una cohesión social. Todo esto dentro del marco europeo donde se pretende ayudar a todos los individuos a obtener esas competencias para contribuir a que Europa se refuerce en este momento de continuos cambios.
Actualmente han cambiado esos requisitos propuestos hace años, aunque España ya contemplaba estas competencias clave que ahora recomienda Europa, enumeradas en su sistema educativo.
Uno de los puntos más destacables de este asunto, es la implicación de una formación integral de cada individuo; y que esa formación, sea para favorecer un aprendizaje continuo.
Los profesionales de Tecno Inte Informática como expertos en la materia, nos han brindado información sobre las diferentes competencias.
Competencias para una formación permanente
Las competencias clave que exige la recomendación como condición indispensable, para alcanzar los objetivos propuestos, son los que definimos a continuación.
Comunicación lingüística (CCL). Esta competencia constituye la base para desarrollar el pensamiento y criterio propio encaminado a la adquisición de conocimientos de todo ámbito. Su desarrollo se encuentra vinculado a la reflexión en todos los aspectos de cada área. Su utilidad es aprender y pensar mediante el uso de la escritura o el discurso oral.
Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología (CMCT). Mediante estas materias se desarrolla una mejor comprensión del mundo en base al método científico. Permite la aplicación de la perspectiva y el razonamiento lógico ante la resolución de diferentes problemas. La ciencia influye en la compresión del entorno natural; la tecnología dota de conocimientos para poder transformar la sociedad.
Competencia digital (CD). Esta competencia contribuye a la concienciación sobre el uso que se hace sobre las tecnologías digitales. Desde la formación para comprenderlas hasta la seguridad digital.
Aprender a aprender (CPAA). Aprender a conocerse, aceptarse y la promoción del propio desarrollo personal son los puntos fuertes de esta competencia clave. Contribuye al desarrollo de habilidades como la reflexión, la gestión del tiempo y la información. Promueve la colaboración con los demás, la empatía y el bienestar propio entre otros aspectos del crecimiento personal.
Competencias sociales y cívicas (CSC). Adquirir esta competencia implica que los jóvenes empiecen a ser cívicos y responsables, participen de forma activa y temprana en la vida social y tomen conciencia del entorno y como mantenerlo. Pretende la adopción de valores que permitan alcanzar los objetivos para lograr una vida sostenible.
Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor (SIE). Crear talentos y desarrollar e ideas novedosas para cubrir las necesidades de las personas. Con esta competencia se pretende aportar a los jóvenes la capacidad de análisis para poder captar las necesidades del entorno y las propias oportunidades. Hacer uso de la imaginación, creatividad, empatía, reflexión y el pensamiento, tanto crítico, como constructivo.
Conciencia y expresiones culturales (CEC). La compresión y entendimiento respecto a otras culturas así como aprender a respetarlas son las bases elementales de esta competencia. El conocimiento de otras culturas con sus propias ideas y manifestaciones artísticas y culturales, enriquece tanto al individuo como a la propia sociedad. Todo ello en base a las manifestaciones propias de cada cultura.
En conclusión, estas son las siete nuevas disciplinas, por llamarlo de algún modo con las que se debe educar a la sociedad. Lo mas positivo de este planteamiento es el hecho de no discriminar por edad, nunca es tarde para aprender.
De hecho, una de las premisas de este ambicioso plan educativo que alcanza a todos los países que forman la Unión Europea, es esa: aprender de forma continua. Avanzar siempre con el conocimiento por bandera.