Atendiendo al concepto de derecho, entendemos como tal al sistema u orden normativo e institucional encargado de regular la conducta de las personas. Este sistema, se inspira o basa en los postulados de justicia y certeza jurídica que, regulan la convivencia de la sociedad y permite, a su vez, la resolución de los conflictos de carácter jurídico. Dentro del concepto, encontramos una serie de ramas en las que se clasifican los diferentes tipos de derecho existentes, con finalidad de resolver dichos conflictos de forma específica y concreta.
Es decir, para los casos criminales, encontramos el derecho penal; en el caso de asuntos frente a la administración, derecho administrativo; cuestiones familiares como divorcios, custodia, etc. disponen del derecho de familia para resolver sus conflictos y así, sucesivamente.
Dentro del entorno empresarial, encontramos el derecho mercantil, encargado de regular todo lo concerniente al comercio, la actividad comercial y el comerciante. En Solfico, asesores y gestores en el ámbito empresarial en Barcelona, nos han introducido en el mundo del derecho mercantil. Nunca esta demás conocer con mayor detenimiento todo lo concerniente a las leyes, por lo que hemos decidido adentrarnos un poco más y averiguar cuales son las competencias de un abogado mercantilista, algo que todo emprendedor debería conocer.
Para entender porque es necesario contar con los servicios de un abogado mercantilista en la empresa, hay que conocer en primera instancia, en que consiste el derecho mercantil. Este derecho privado, tiene como objeto al empresario, su estatuto jurídico y las actividades que este, desempeñe en el mercado. Así mismo, regula las actuaciones de comercio en general, con independencia de que se efectúen a través de comerciantes y de su carácter económico.
Originalmente, esta rama del derecho, se aplicaba estricta y exclusivamente a los comerciantes, dejando al margen los actos de los mismos cuando estos eran ajenos a su actividad. En la actualidad, se encarga de regular los actos de comercio referidos a la explotación de industrias mercantiles organizadas, que son considerados actos propios del comercio. Así como las actuaciones que comerciantes y no comerciantes, realizan de forma puntual como actos de comercio impropios que, sean mercantiles. Dentro de este grupo, encontramos el estatuto del comerciante o empresario mercantil individual y social.
Partiendo de que el Derecho Mercantil, consiste en un conjunto de normas erigidas para regular actos de comercio y la actividad generada entre empresas y consumidores, se consideran actos de comercio propiamente dicho las siguientes acciones que, se relacionan con la adquisición de objetos bajo las siguientes características:
- Su finalidad es ganar dinero.
- Los bienes se adquieren para intercambiarlos posteriormente.
- Los actos se llevan a cabo mediante una empresa.
- Se trata de actos masivos, dada su finalidad de intercambio.
El abogado mercantil y sus funciones
A razón de lo explicado con anterioridad, entendemos que el abogado mercantil, es el abogado especializado en la rama del Derecho que regula el conjunto de normas jurídicas relativas al mundo empresarial.
La figura de este abogado en particular, esta cada vez más presente en la sociedad y los medios puesto que, actúan como asesores de numerosas empresas y negocios. Aunque sus funciones, van más allá del mero asesoramiento, ya que, en muchas ocasiones, será quien guie al empresario en los procesos y transacciones que lleve a cabo con su empresa. Desde el registro de patentes o cuestiones respecto a derechos sobre una marca, hasta los temas propias de las relaciones laborales. Por lo tanto, el abogado mercantil, es una pieza esencial dentro de cualquier empresa.
Una de las peculiaridades de esta rama del derecho, es que se haya en constante cambio, por lo que los abogados especialistas en la materia, deben estar actualizados y pendientes de las constantes regulaciones a las que se someten las relaciones comerciales y otras cuestiones del sector. Durante los últimos años, la formación constante de estos abogados, recae sobre toro en el avance de las nuevas tecnologías en lo relativo al mundo comercial y empresarial.
Contar con los servicios de un abogado mercantil no es una opción para la empresa, es una necesidad. El papel que desempeña y las funciones que lleva a cabo, pasan por la resolución de los conflictos empresariales de un determinado negocio, resolver y regular las relaciones entre particulares, entre otras funciones que citamos a continuación.
Obviamente, se encarga de la representación legal de la empresa. Esta es una de sus principales funciones y responsabilidades. Dicha representación legal, sea de una empresa o comerciante particular, no se da necesariamente en caso de que exista un conflicto, puede iniciarse previamente, con la finalidad de eliminar la posibilidad de que se produzca un problema en el futuro.
Se encarga de manejar todo lo referente a la documentación empresarial. El cotejo y clasificación de la misma sobre la actividad, junto con la redacción de los contratos que la empresa deba realizar, son otras de sus funciones principales.
Debido a que deben poseer amplios conocimientos dentro del marco legal que rodea a la empresa o negocio, posee el perfil idóneo para proporcionar asesoramiento y hacer que el negocio, este dentro de los cánones legales.
A la hora de elegir un abogado mercantil, las empresas pueden encontrar profesionales que ofrezcan un asesoramiento global en la materia, englobando las subramas de la materia: societario, contractual, reestructuración de empresas y procesal.
Dentro del ámbito societario, un abogado mercantil puede asesorar sobre cualquier aspecto que requiera la actividad, sea ordinario o extraordinario, desde la constitución de la empresa hasta su extinción. Servicios de secretariado profesional de sociedades, modificación estructural de la sociedad, asesoramiento preventivo de responsabilidad de administradores, operaciones de capital de riesgo y asesoramiento y ejecución de operaciones societarias comunes.
En materia contractual, los abogados mercantiles pueden realizar labores de redacción o supervisión de los acuerdos que abarcan desde la compraventa de una empresa, auditoría legal incluida, hasta la refinanciación del pasivo, compraventa de carteras de crédito, etc.
Las empresas familiares requieren de una dedicación y conocimientos más definidos si cabe, por lo que contar con los servicios de un abogado mercantil especializado en estas cuestiones, ayudará en el momento de proteger a la empresa de cara a la sucesión generacional, el buen entendimiento entre los socios, etc.
En resumen, la especialización procesal dentro del derecho mercantil, permite afrontar con mayores garantías los procedimientos de impugnación de acuerdos sociales, los conflictos societarios, la responsabilidad de los administradores y la protección de los consumidores y usuarios en cualquier ámbito. Además de abordar asuntos tales como las patentes y marcas, las agencias o la competencia desleal, entre otros tantos aspectos.
Derecho Mercantil en España
Para definir todavía más la figura del abogado mercantil, podemos añadir los siguientes conceptos. Ya hemos dicho que el abogado mercantil se mueve dentro del Derecho Mercantil. A su vez, este se trata de una parte del Derecho Privado. Para entender esto, debemos saber que el Derecho español se divide en dos grandes bloques: el Derecho público y el Derecho privado.
El primero de ellos, hace referencia a la estructura y organización estatal y las relaciones que el Estado tiene con los particulares, ejercidas las mismas en un plano de jerarquía superior. El estado impone una obligación a los ciudadanos mediante una ley que han de acatar. Este bloque, se divide a su vez en Derecho Internacional y Derecho Nacional, en el cual se hayan las siguientes ramas: Penal, Procesal, Constitucional, Administrativo, Laboral y Fiscal o Tributario.
El Derecho Privado regula las relaciones entre los particulares o entre estos y el Estado, en los casos en los que el propio Estado no lo hace en ejercicio de su poder como autoridad pública. Este bloque se compone de dos ramas: Derecho Civil y Derecho Mercantil.
La capacidad jurídica de las personas, las relaciones de familia (divorcio, matrimonio, sucesiones…), relaciones de vecindad y patrimonio, obligaciones y contratos entre particulares entre otras cuestiones, son abordadas por el Derecho Civil.
Como ya hemos dicho durante todo este post, el Derecho Mercantil, regula todo lo relacionado con las actividades comerciales.
Ambas partes del Derecho Privado, vienen reguladas en las normas contenidas en el Código Civil y el Código de Comercio.
Para concluir, recalcar que, el Derecho Mercantil es el conjunto de normas que se hayan encuadradas dentro del bloque del Derecho Privado, encargado de las relaciones existentes entre particulares y, entendiendo como tales, tanto a personas como empresas y entidades que no se consideran administraciones públicas.
Los profesionales del derecho que se encargan de aplicar este junto de normas y ejercer las funciones correspondientes en cuestiones jurídicas referentes al comercio, son los abogados mercantiles, cada vez más relevantes en la sociedad. La figura de estos abogados, va más allá de las funciones inherentes a su cargo, pues suelen ejercer como asesores de confianza a los empresarios, a los que guían en todo lo referente a la formación y creación de empresas, negocios y otros procesos afines.
Disponer de los servicios de un abogado mercantil es una prioridad para cualquier empresa, ya que son los encargados de hacer que las mismas, trabajen dentro de un marco legal establecido y no incurran en actividades que queden fuera de la ley a nivel comercial.