¿Cuáles son las ventajas de la serigrafía?

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La serigrafía se utiliza para estampar un diseño sobre distintos materiales como polietileno, papel, vidrio, polipropileno, metales, seda, camisetas, bufandas, sombreros, CD y DVD.

Es una técnica fácil y muy versátil que se puede adaptar a distintas superficies. En la actualidad se usa esta técnica para hacer cartelería, camisetas, telas estampadas, etiquetas…

Los profesionales en impresión digital y serigrafía de Serigrafía Redin explican que «la tinta se aplica directamente sobre el soporte a través de una tela de malla fina. Un dato muy curioso es que en el paleolítico, ya se utilizaba la técnica del estarcido, que es la precursora de la serigrafía.»

El término «serigrafía» proviene del latín «seri» (seda) y del griego «grapho» (escritura). El término fue acuñado por Carl Zigrosser, trabajaba en el Departamento de Dibujo y Estampa del Museo de Bellas Artes de Filadelfia, en la década de 1940.

El nacimiento de la serigrafía moderna tuvo lugar en Reino Unido hacia mediados del siglo XIX, pero la serigrafía se utilizaba únicamente en el ámbito de la industria textil para la decoración de telas. Las plantillas se hacían con colas y la tinta solo se aplicaba en las zonas deseadas.

Gracias a los nuevos avances en el campo de la fotografía, en 1907 se registra la primera patente de una mejorada pantalla de serigrafía por Samuel Simon de Manchester. En ese momento se empieza a introducir las primeras emulsiones fotosensibles y la impresión de varios colores.

La serigrafía se utilizó en las dos guerras del siglo XX, es decir, para la estampación masiva de todo tipo de material bélico: insignias, banderines, etiquetas, etc. En ese momento se empieza a usar
las tintas fosforescentes en la impresión de mapas para vuelos nocturnos.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la serigrafía era fundamental para cualquier ámbito profesional, ya que se apostaba por ella para realizar trabajos publicitarios, editoriales, de embalaje, decorativos, en la industria textil, etc.

En 1950 aparecieron nuevas tintas y pantallas de serigrafía que permitieron la estampación sobre diferentes superficies, incluidas las tridimensionales.

El diario Heraldo informa que Andy Warhol «realizó un gran número de obras con este método de reproducción gráfica. Le sacó mucho juego, ya que con una misma imagen que cambiaba de color conseguía unas obras ricas y complejas, como son las series de retratos múltiples».

En la actualidad los expertos utilizan la serigrafía digital para crear artículos promocionales, decoración de interiores, etiquetaje industrial o pancartas.

Las ventajas de la serigrafía son las siguientes:

Es sencilla: La serigrafía es una técnica fácil, ya que con unos conceptos básicos puedes conseguir buenos resultados.

Económica: Los materiales y herramientas de serigrafía no son muy costosos. Te permite hacer grandes impresiones sin elevar los costes de producción.

Durabilidad: Los diseños no pierden calidad con el paso del tiempo, se debe a la composición y espesor de las tintas que se utilizan.

Creatividad: Con la serigrafía se pueden crear productos originales y creativos. Además, se obtienen impresiones en colores vibrantes, que son difíciles de obtener por otras técnicas y logra una alta definición en sus acabados.

Versatilidad: Es una técnica muy versátil, ya que se puede realizar en casi cualquier superficie, como madera, tela, metal, etc. Otra de las ventajas es que se puede imprimir cualquier diseño en todo tipo de productos como llaveros, camisetas, pancartas, unidades de memoria USB, cerámica, vidrio, gorras…

Resistencia: Las prendas siguen manteniendo la intensidad de los colores después de los lavados. Los expertos aconsejan lavar la camiseta con agua fría, porque el agua muy caliente puede debilitar el adhesivo de la serigrafía y también puede ocasionar que la tinta vaya desapareciendo.

Variedad: Los tipos de tinta y los colores son muy variados, capaces de reproducir efectos que otras técnicas no permiten.

¿Cómo hacer una serigrafía en casa?

Hacer una serigrafía en casa es una actividad divertida y que puedes hacer incluso con los niños. ¡Toma nota!

Los materiales que necesitas son:

-Plantilla del dibujo que desees estampar.

-Sacapuntas.

-Cartón.

-Ceras de colores.

-Plancha de la ropa.

1. En un papel dibuja la plantilla y luego la recortas con tijeras o cúter. Para conseguir la forma exacta puedes apoyarte en el cartón.

2. Escoge los colores que más te gusten y haz punta con ellos, ya que el objetivo es guardar las virutas, pero cada color por separado.

3. Coloca la camiseta en el cartón y le pones la plantilla encima.

4. Incorpora las virutas como quieras.

5. Coloca un folio encima de las virutas y la plantilla.

6. Calienta la plancha y presiona sobre el folio, porque con el calor las virutas se derriten y quedan impresas sobre la plantilla.

Para conseguir un estampado más profesional lo mejor es recurrir a los expertos, ya que ellos tienen las mejores tintas y máquinas. Cuentan con impresoras de alta definición que consiguen estampados con muchos contrastes, detalles y sombras.

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