Los expertos explican que los alimentos que sí se pueden congelar es aconsejable mantenerlos a una temperatura de -18 grados centígrados o menos. Pero, debes saber que una vez descongelado un producto, no se puede volver a congelar.
Los profesionales de Frimavi, expertos en refrigeración industrial con más de 20 años de experiencia en el sector, explican que es muy importante contar con tecnologías avanzadas, para que la cadena de frío se mantenga intacta y que los productos estén protegidos contra cualquier riesgo de contaminación.
Se descongela siempre en la nevera o en el microondas, pero nunca sobre la encimera a temperatura ambiente. Gracias al congelador podemos conservar alimentos y disfrutar de precocinados.
A continuación, te explicamos el tiempo que aguantan los alimentos congelados:
–Las carnes de ave: Aguantan hasta un año en el congelador.
–La ternera, el cerdo y el pescado: Entre 4 y 12 meses.
–El pan: No dura más de 2 meses.
– Pasta: Puede aguantar hasta 6 meses.
–Marisco: El crudo entre 3 y 12 meses, y el que ha sido cocido previamente puede permanecer congelado hasta 3 meses.
–Frutas y verduras: Entre 3 y 12 meses.
“Cualquier alimento se puede congelar, lo que ocurre es que como muchos de ellos contienen agua las paredes celulares pueden romperse en el momento de la descongelación, lo que provoca que las texturas se modifiquen y los alimentos pierdan sus propiedades organolépticas y su textura”, explica Vanesa Bustos, cocinera y profesora de cocina.
Si utilizas habitualmente el congelador, opta por una máquina de envasado y es mejor congelar en pequeñas porciones. “Cuanto más pequeñas sean las porciones, menos espacio ocuparemos en el congelador y menos tardarán los alimentos en congelarse, de manera que la franja de tiempo susceptible de que se contaminen será menor”, añade Bustos.
Sin embargo, hay algunos alimentos que no se pueden congelar, porque cambian en su textura y en su sabor. Estos son:
Salsas
Es muy probable que las recetas con natas, mayonesas o salsa rosa se corten al congelarlas, así que si quieres congelar carnes o pescados en salsa, primero hay que limpiarlos para introducir en el congelador solo la carne o el pescado cocinado, pero no la salsa.
Frutas y verduras
La verdura no debería congelarse cruda, ya que su textura se modifica, lo más aconsejable es hervirla levemente antes de congelar.
Las judías verdes, el brócoli, la col, las espinacas, o acelgas pueden conservarse en el congelador, pero siempre que se cierren herméticamente para preservarlas de los olores de otros alimentos. ¡Sin embargo, las verduras que van a emplearse en caldos o cremas, sí que pueden congelarse crudas!
Sin embargo, no debes congelar las verduras que vas a probar en crudo, como la lechuga ni el tomate. El periódico digital Okdiario informa que «si las pasamos del congelador a la nevera para luego consumirlas, nos daremos cuenta de que están blandengues, ajadas y sin gusto. En el caso del tomate, no es una buena idea congelarlo tal cual, pero sí podemos hacerlo en salsa».
Puedes congelar las frutas, pero solo si las utilizas en batidos. Si el plátano está a punto de pasarse, córtalo en rodajas y guardarlo en el congelador. También puedes hacer lo mismo con las fresas o frambuesas.
Patatas crudas
Las patatas que no han sido cocidas o fritas tampoco se deben congelar, porque el almidón desaparece y eso cambia por completo la textura y el sabor.
Si quieres congelar un plato con otros alimentos, se deberían quitar las patatas antes de congelar el resto.
Huevos
Si congelamos el huevo con la cáscara, puede estallar y también cambia el sabor. Aunque si quieres congelarlos, lo mejor es introducirlos si están batidos.
Tartas y pasteles caseros
No es aconsejable congelar una tarta o pastel casero, ya que el sabor puede ser desagradable. Además, la congelación puede destruir algunos de sus nutrientes.
Fritos
No congeles los filetes empanados, patatas o alitas de pollo, porque al entrar en estado de congelación dejan de ser crujientes. Y al descongelarlos, estos alimentos pierden su textura original.
Queso
Cuando el queso se introduce en el congelador, su textura se ve afectada y comienza a desmoronarse . Lo mejor es dejarlos en el frigorífico para que conserven su estado óptimo.
Mejillones
Gambas, langostinos y otros mariscos similares pueden congelarse crudos, pero los mejillones, almejas o berberechos deben hervirse ligeramente antes de su congelación.
Si quieres congelar las piezas de marisco, colócalas en un recipiente alargado, una a una, y vierte agua mineral. En el momento de la descongelación, deja el recipiente en la nevera y es importante mantener los mariscos sumergidos en el agua hasta el momento de su consumo.
Merluza
El pescado puede congelarse, aunque los expertos explican que la merluza es el único pescado cuya textura cambia tras la congelación.