El Mini, es sin lugar a dudas, el coche más popular de la historia. Pequeño, práctico y atractivo, manejable y potente. El original, está considerado como un icono de los años 60 e influyó en toda una generación de fabricantes de coches. Los que tienen la suerte de tener uno, lo adoran, y lo cuidan como oro en paño. Y solo lo llevan a talleres especializados.
Ana, es la orgullosa propietaria de un estupendo Mini, es granadina y solo lo lleva a Talleres Paiz, que es un taller especializado en BMW y MINI en Granada, que cuenta con las instalaciones, maquinaria y tecnología necesarias para ofrecer el mejor servicio a sus clientes, como filial de mantenimiento BMW group. Aquí se encargan de todo, de la reparación y mantenimiento del coche, con profesionalidad, rapidez y transparencia.
Es que cuando se tiene un coche de estas características, no se puede dejar en manos de cualquiera. Y con todas las historias que se cuentan de algunos talleres mecánicos, como para llevarlo al primero que pillas. Que no te digo yo que no puedas tener suerte, y que encuentres uno buenísimo. Pero, oye, por qué arriesgarse. Con estas cosas es mejor moverse sobre seguro
La historia del Mini
Alexander Issigonis, de origen griego, se traslada, tras la muerte de su padre, a Inglaterra. Su madre lo acompaña. Poco sabía este joven, que su interés por la tecnología, lo convertiría en el diseñador del mítico Mini.
En 1924, compra su primer automóvil, un Singer, y con este coche se va a recorrer Europa. Un hombre aventurero y sobretodo, amante de las máquinas a motor. Los problemas técnicos a los que tuvo que enfrentarse en este viaje, hicieron que Issigonis, decidiera estudiar Ingeniería Mecánica. Sin ser un alumno especialmente brillante, acaba la carrera y encuentra trabajo como dibujante, en una empresa de diseño de coches. Estaba a punto de hacer historia.
Morris Motors, lo contrata años más tarde, gracias a su capacidad para el reglaje de chasis. En 1941, nace el proyecto “Mosquito”. Se trataba de construir un coche pequeño y compacto, compacto, perfecto para los tiempos de posguerra. En solo 3 años, el equipo de Issigonis, ya tienen el primer prototipo, el Morris Minor, el modelo más popular en la época.
Cuando Morris y Austin Motors se fusionan, nace British Motor Corporation. En ese momento, Issigonis, siente que su creatividad está siendo coartada, y decide desentenderse de la compañía. Así que, empieza a trabajar en Alvis, y allí desarrolla una berlina de lujo, pero el proyecto no sale adelante. No hay dinero suficiente. Entonces, regresa a British Motor Corporation, pero ahora, como subdirector técnico.
Ahora quiere fabricar 3 modelos de coche: pequeño, mediano y de lujo. Y así, en el año 1959 nace el Classic Mini. Tres años más tarde, el Morris, un coche mediano de 4 puertas, y a los 2 años, el Austin, un coche más grande y lujoso.
A partir de ese momento, Alexander Issigonis, se hace famoso en el mundo entero y no nombran director técnico de la compañía y miembro de la Royal Society, y la reina de Inglaterra le concede el título de caballero.
El Cooper, la versión deportiva del Classic Mini, lanza definitivamente a la fama al modelo Mini. Se trata de un encargo de John Cooper, que quería fabricar un pequeño GT a partir de un Classic Mini, pero con una potencia mayor y también con mayor cilindrada. El éxito fue rotundo, así que lanzan un modelo aún más potente, el Mini Cooper. Poco después, el Moke, un coche de 4 plazas y sin capota. La familia crece y en ese momento, ya se han vendido 1 millón de Minis. 10 años después del lanzamiento del primer modelo, Austin Mini y Moris Mini-Mirror, se unen, para dar lugar a lo que hoy se conoce con el nombre de Mini. Ahora la compañía se llama British Leyland Motor Company. Han pasado a la historia, como los inventores del coche más popular de todos los tiempos.
Hoy, el mini, es todo un símbolo de una generación y pocos coches han tenido tanta influencia en una época. Y a ti, ¿te gustan los Mini?