En el ámbito profesional de la pintura es muy importante contar con la profesionalidad de empresas especializadas que tienen un control vertical sobre el mercado. Esto quiere decir que controlan desde la fabricación de las máquinas, así como su diseño y, por supuesto, se encargan de las instalaciones de las mismas, como las cabinas de pintura o los hornos de secado.
Esta estrategia de mercado otorga una serie de beneficios que repercuten, primero, sobre la empresa y, segundo, sobre los clientes. Sobre la empresa porque tiene un nivel de especialización que muy pocas empresas tienen, lo que les otorga una ventaja competitiva importante. Para el cliente esto significa otra ventaja, que se traduce en un buen servicio al cliente, puesto que la empresa tiene un gran conocimiento en la materia y en el caso de mantenimientos, ampliaciones o reparaciones depende de una sola empresa y no de varias que se tengan que coordinar. En este último caso, es muy habitual que exista una desincronización entre empresas que provoque esperas, lo que se traduce en tiempo no productivo y, por lo tanto, una pérdida de beneficio para la empresa.
A nivel industrial, en las instalaciones de pintura líquida o en polvo o la instalación de un horno de secado o una cabina de lijado es muy importante contar con una flexibilidad en el medio y largo plazo de tiempo que permita reconfigurar ciertas zonas o incluso ampliarlas. Esto puede suceder si una empresa de pintura decide incorporar una nueva cabina para aumentar la producción, en ese caso es probable que prefiera colocarlas juntas o lo más próximas posible para optimizar el tiempo invertido en cada proceso.
Es muy importante que las cabinas de pintura destinadas al pintado de vehículos, de diferentes tamaños como coches o camiones, estén pensadas para facilitar el trabajo al pintor, por ello, en muchas ocasiones, contar con una plataforma elevadora ayuda mucho a la hora de pintar en lugares en los que de otro modo sería muy difícil llegar, como por ejemplo, los techos.
En la industria profesional de la pintura existen una serie de máquinas pensadas para optimizar al 100% el trabajo y obtener el máximo beneficio del tiempo invertido en el pintado, en el lijado o en la preparación de cada vehículo. Las más importantes son las siguientes:
Las cabinas de pintura
Existen varios tipos, las cabinas de filtros secos están pensadas para eliminar toda la contaminación que se genere al aplicar productos como lacas, esmaltes o barnices. Una ventaja de este tipo de cabinas es que se pueden transportar o desmontar para una limpieza más cómoda.
También hay cabinas presurizadas, secas o por cortinas de agua. Estas también se pueden ampliar o mover según las necesidades. Están ideadas para calentar o refrigerar las piezas pintadas.
Las cabinas de lijado
Son recintos equipados para aspirar todos los restos e impurezas procedentes del lijado de los materiales. Suelen tener varios filtros, cada uno encargado de recoger y almacenar en cajones diferentes partículas. Normalmente hay un filtro para las partículas de mayor tamaño y otro para las más finas. La limpieza posterior de estos filtros es muy fácil puesto que las máquinas suelen inyectar aire comprimido para limpiarlos, enviando todas las suciedades a cajones que simplemente hay que vaciar.
Otras maquinarias
Hay más maquinaria preparada para cubrir todo el proceso de pintura profesional, como compresores, aerógrafos profesionales, mezcladoras de pintura, hornos de secado, pistolas de pintura o incluso trazadoras viales.