Aunque es cierto que poco a poco vamos viendo la luz y que los efectos de la pandemia van siendo neutralizados a causa de las vacunas, es cierto que de vez en cuando echemos la vista hacia atrás para saber de la que hemos salido. Hemos superado (o estamos superando todavía, más bien) uno de los periodos más complicados de nuestra historia y es evidente que eso nos va a marcar de por vida. Pocos momentos habrá peores que estos en las próximas décadas. Ojalá que nos sirva de experiencia para ganar en resiliencia, una palabra que se ha puesto de moda desde el año pasado.
Para la economía ha sido un palo haber pasado por una situación como esta, pero es cierto que hay sectores que han conseguido mejorar su índice de beneficios a causa de ella. Seguro que muchos de vosotros y vosotras estáis pensando en los supermercados, que fueron los grandes aliados de los españoles y las españolas en los momentos más duros de la primera oleada del coronavirus. Desde luego, muchas marcas han visto mejorados sus beneficios y el número de clientes que visita sus instalaciones. No cabe duda alguna al respecto.
Y, por si acaso la hubiera, hemos querido rescatar alguno de los datos que nos ha dejado la pandemia en lo que al sector de la alimentación se refiere:
- Una noticia publicada en la página web de El País informaba de que el coronavirus había llenado la caja de los supermercados, que el sector de la distribución había batido récords y que, no contentos con ello, los registros iban a seguir creciendo de cara a este año 2021. De hecho, durante los primeros meses de este 2021, ya hay algún registro que apunta hacia ello.
- Por otro lado, otra noticia que también fue publicada en la web de El País ponía cifra a esos ingresos de más que habían recibido los supermercados a lo largo del año 2020. Esa cifra era de 3.100 millones de euros, un dato que no es baladí ni mucho menos y que, desde luego, pone de manifiesto que el crecimiento no ha sido reducido, sino que ha resultado ser espectacular. Estamos hablando de uno de los sectores que, desde luego, ha salido con creces de la crisis económica de 2008 y que ha evitado los efectos de la crisis ocasionada por el coronavirus no solo en España, sino también en el resto del mundo.
El sector de la alimentación ha sido uno de los que ha tenido la opción de capear el temporal surgido a raíz de la crisis del coronavirus. Las empresas que se encuentran bajo su marco han experimentado un aumento de sus beneficios que, un año después de la llegada de la pandemia, les ha permitido invertir en mejoras en lo que a sus instalaciones se refiere. En concreto, las inversiones en este sentido se han producido en cámaras frigoríficas, vitrinas de exposición u hornos. Es lo que nos han contado desde Mayfriho.
Una necesidad para las empresas de este tipo
Estas instalaciones son claves en lo que respecta a las empresas de supermercados.
- Las cámaras frigoríficas les permiten mantener la calidad de sus productos perecederos, ya sean propios de carnicería, charcutería, frutería o pescadería. Muchísimas personas compran en un determinado supermercado por la calidad de estos productos, así que conservarlos en buen estado hasta que son distribuidos a las tiendas es clave.
- Las vitrinas de exposición, en términos de publicidad y marketing, son imprescindibles porque ayudan a “vestir” al producto que estamos intentando vender. Numerosos estudios demuestran que este soporte contribuye, y mucho, a potenciar las ventas de aquellos productos que depositamos en ellas.
- Ni que decir tiene que los hornos, para la confección de pan del día, son fundamentales. El pan es un producto que no se puede distribuir desde los almacenes centrales de una compañía de supermercados a sus puntos de venta porque se pierde ese aroma y textura a recién hecho. Hay que elaborarlo en el punto de venta y por eso hay que potenciar todo lo que tiene que ver con los hornos que nos van a servir para elaborarlos.
Son muchas las empresas de este tipo que están mejorando sus instalaciones para ganar en imagen y asegurar una mayor calidad en la elaboración de sus productos y en la distribución de los mismos. Es evidente que esto supone hacer nuestra una ventaja competitiva que, desde luego, tiene que servir para mejorar la imagen de marca y que la entidad en cuestión se gane un sitio, o lo mantenga, entre las preferidas por toda la ciudadanía española. En esto están trabajando en el sector de la alimentación minorista. Los resultados, no cabe duda, serán espectaculares. Tiempo al tiempo.