El código de vestimenta o dress code son una serie de normas o pautas adoptadas socialmente, ya sea tácitas o explícitas, que nos orientan o nos especifican cómo es la forma más correcta para vestirse en determinadas ocasiones, ya sea para una boda, un funeral, una comida familiar, una reunión de trabajo, una entrevista de trabajo o un uniforme laboral. Concretamente en el ámbito sanitario el código de vestimenta para el personal sanitario es muy importante, puesto que tanto médicos, enfermeros, personal auxiliar como celadores están en contacto directo con los pacientes y la identificación del personal sanitario es esencial, tanto los pacientes como sus familiares deben poder identificar y diferenciar en todo momento y a través de su vestimenta al personal de enfermería o médico del resto de trabajadores.
La utilización del color blanco en el sector sanitario es una señal de identidad, nos ofrece una imagen que nos transmite valores como pureza, limpieza, higiene…, pero no siempre fue así, en la edad media los médicos utilizaban un vestuario oscuro para esconder las manchas de sangre, vómitos, etc. lo cual era una fuente de contaminación e infecciones que sumado a la falta de higiene en general y a los pocos conocimientos médicos hacia que la tasa de mortandad fuese muy alta y se asociase el color del vestuario médico con la muerte. Actualmente el blanco se asocia a pulcritud, limpieza, asepsia…, pero también nos aporta fiabilidad, optimismo, tranquilidad, seriedad, profesionalidad…, por lo que este color se ha impuesto en la vestimenta sanitaria.
La clásica bata blanca es quizá lo más emblemático del uniforme sanitario, es utilizada en todo tipo de clínicas, hospitales, farmacias o laboratorios, la utilizan los médicos de cabecera, las enfermeras, especialistas… suelen ser de manga larga. Otros elementos que componen el uniforme sanitario son:
– Pijama sanitario. Formado por un pantalón y una camisola amplia está ganando terreno sobre todo por su comodidad, pueden ser de manga larga o corta, cerrados o abiertos con cremallera central o botones. Una opción cada vez más habitual y que si os interesa haceros con una, nosotros os recomendamos que acudáis a Borda Mar, donde a bien seguro que la encontraréis, puesto que se trata de una tienda online que comercializa ropa de trabajo para sanidad, hostelería, limpieza, industria, educación, etc., ropa deportiva, calzado laboral y equipos de protección individual con la posibilidad de personalizarla con logos o imágenes corporativas.
– Calzado sanitario. Debe ser anatómica y de suela antideslizante, los más utilizados son los zuecos sanitarios por su perfecto ajuste al pie y por ser un material transpirable.
– Gorro sanitario. Para garantizar la seguridad y la higiene, suele ser desechable, al igual que las mascarillas.
Independientemente del tipo de vestuario que el personal sanitario elija, este debe cumplir unas características, como son:
- Debe estar elaborado con un tejido hipo alergénico, es decir que tenga bajo riesgo de producir reacciones alérgicas.
- La tela debe ser resistente, de gran durabilidad, fácil lavado y resistente a sustancias químicas.
- Debe tener un diseño ergonómico y adaptado con modelos para hombre y mujer para una mayor comodidad y permitir el movimiento de su usuario.
- Que permita la higiene de las manos de forma eficiente.
- Debe estar elaborado con materiales que reduzcan la propagación de infecciones.
La diferencia de color en los pijamas sanitarios
Las razones para los pijamas de color verde fueron tanto prácticas como psicológicas, la sangre sobre el color blanco de las batas produce brillos y causa fatiga visual, por ello hacia el año 1914 un importante cirujano estadounidense decidió usar el color “verde espinaca” en sus intervenciones porque reduce el contraste del color de la sangre resultando relajante para la vista, lo que hizo que en las décadas siguientes comenzase a utilizarse de forma habitual en las salas de operaciones de todo el mundo. Asimismo, especialistas en psicología afirman que los médicos al mirar durante mucho tiempo y muy concentrados la sangre y las vísceras pierden la percepción de la escala cromática, y su ojo se vuelve insensible al rojo, pero si durante unos instantes miran el color opuesto, o sea el color verde esto les permite atenuar estos efectos refrescando y descansando la vista. Además, el color verde transmite sensación de limpieza y asepsia, ya que la sangre sobre él se ve marrón e impresiona menos a todos los presentes en durante una operación quirúrgica.
En los últimos años, el uso del color azul se ha venido extendiendo en las salas de operaciones por una razón tecnológica y práctica, la razón es que es un color que en las grabaciones de video utilizadas en las intervenciones no presenta reflejos ni aberraciones cromáticas.