Las pymes españolas necesitan más subvenciones para alejarse del precipicio

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Una empresa se puede encontrar en muchas situaciones en las que es complicado salir hacia delante. Una empresa que lleve un total de veinte años de existencia habrá superado un montón de ellas. Recordemos: en el año 2008 vino una crisis de Estados Unidos que condicionó a miles y miles de entidades en todo el mundo. Fue la peor crisis económica desde el crack de 1929, que ya sabemos en lo que terminó derivando una década más tarde. En este caso, por suerte, conseguimos salir del atolladero de una manera mucho más pacífica. Y luego llegó el coronavirus, por cierto, que ha traído una situación absolutamente nueva para muchas empresas: la prohibición de que abrieran sus puertas.

Ha sido complicado sobreponerse a todo esto, pero lo cierto es que hay muchos negocios que lo han conseguido. La situación, el contexto en el que nos movemos, condiciona la actividad que se desempeña. Por otro lado, sin embargo, puede haber otro tipo de problemas que complementan a esos: por ejemplo, la falta de liquidez, del que vamos a hablar en los párrafos que siguen. Sin duda, hablamos de un problema de la máxima gravedad.

Según una noticia publicada en el portal web del diario El Economista, el 26% de las pequeñas o medianas empresas de este país tiene algún problema de liquidez. En la misma noticia, se asegura que el 27% de ellas trabaja con algún cliente moroso. Está claro que la cercanía de ambos datos no puede ser fruto de la casualidad. Y es que los negocios que son de un tamaño pequeño o mediano son mucho más susceptibles de tener problemas graves de liquidez a causa de una situación como esta. Seguro que, si sois emprendedores y emprendedoras, sabéis perfectamente de lo que estamos hablando.

En España, tenemos un grave problema con la liquidez principalmente porque cada vez hay menos ayudas a las empresas. Que las grandes entidades no tengan ayudas es un problema menor en una economía, pero que sean las pequeñas entidades (que, no olvidemos, son las más numerosas) quienes sufran estos problemas es un grave perjuicio. Ni que decir tiene que debemos evitar sobre todas las cosas una situación como la que estamos describiendo. Sin embargo, en España tenemos un amplio margen de mejora en lo que tiene que ver con este tema. Y es que muchas empresas no obtienen ayudas suficientes para tener el colchón necesario que les permita continuar con su actividad con algo de tranquilidad.

Las entidades públicas españolas ofrecen cada vez menos ayudas a las empresas con independencia del color político del partido que se encuentre en la Moncloa. Y eso supone un severo perjuicio para los intereses no solo de las empresas, sino para el de todos sus trabajadores y trabajadores y, por ende, para el desarrollo económico del país. Los profesionales de Avalon Subvenciones nos han indicado que son cada día más las entidades que, como consecuencia de eso, están acudiendo a sus instalaciones para solicitar esa ayuda que tan necesaria les resulta para continuar con su actividad.

Las empresas primerizas son las que más ayuda necesitan

Especialmente indignante es el hecho de que las empresas que están dando sus primeros pasos reciben cada vez menos ayudas para salir adelante. Muchos estudios empresariales demuestran claramente que una empresa tiene un mayor riesgo de desaparición durante sus tres primeros años de existencia. Resulta increíble que, sabiéndose eso por parte de los dirigentes políticos de cada momento, no se decida dar un paso adelante en el hecho de proporcionar la ayuda que haga posible que las empresas primerizas de este país salgan hacia delante.

No se para de decir que uno de los principales inconvenientes a los que tiene que hacer frente el conjunto de las empresas es la incertidumbre. ¿Y cómo es posible luchar contra esa incertidumbre si no contamos con una ayuda suficiente por parte de las autoridades públicas de nuestro país? Ni que decir tiene que es necesario un cambio de mentalidad en lo que respecta a este asunto. Si no es así, seguro que muchos proyectos se quedan en el limbo a pesar de los esfuerzos de todas y cada una de las personas que forman parte de él.

Está claro que una empresa tampoco puede esperar que le den todo el dinero que necesita. Pero nadie está pidiendo eso ni mucho menos. Es evidente que debemos dar un paso hacia delante en ese sentido y que no nos podemos relajar ni mucho menos. Toda ayuda que se le pueda proporcionar a las empresas de este país debe ser bienvenida. Será una ayuda de la que, a fin de cuentas, nos beneficiaremos todos. Ya sabéis que la economía es una rueda y que, si la engrasamos como es debido, viviremos una situación económica mucho mejor.

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