Tu vista en buenas manos

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Al pasar tantas horas delante del ordenador debido al trabajo, nuestros ojos y nuestra vista sufren una barbaridad. Pero ya casi es algo inevitable, porque pocos son los empleos que no requieren del uso de este tipo de máquinas, así como de tablets. Nos toman la nota del restaurante en pequeños dispositivos con pantallas, redactamos las facturas en el ordenador, incluso si vienen a hacernos la revisión de la caldera en casa también la hacen con una máquina de este estilo para luego poder imprimir en el momento el informe. Ya nadie se escapa del uso de la tecnología. Y uno de los mayores problemas es que nuestros ojos se están volviendo cada vez más secos. Algo que conviene poner en conocimiento del médico para que nos dé un tratamiento y nos pueda aconsejar. Y en España, en lo relativo a la medicina estética ocular, la mejor es la Doctora Cecilia Rodríguez.

La doctora Cecilia Rodríguez Luna es médica oftalmóloga y cirujana oculoplástica, especialista en cirugía estética de ojos en Tenerife y Las Palmas, así como de cirugía reconstructiva de párpados, vías lagrimales y órbita. Completó la especialidad de Oftalmología en el Hospital Nacional de Clínicas, Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina (2006). Posteriormente realizó en el mismo hospital el Fellowship de Cirugía Oculoplástica, Órbita y Vías Lagrimales (2007) a cargo del prestigioso profesor doctor Daniel Weil. En el año 2008 se trasladó a las Palmas de Gran Canaria y durante cinco años (2009-2014) se desempeñó como jefa de la Unidad de Oculoplastia, Vías Lagrimales y Órbita en la Clínica Oftalmológica Gran Canaria.

En la actualidad, la consulta privada de la doctora Cecilia Rodríguez está situada en la sexta planta del Hospital Perpetuo Socorro. Además, es la médica responsable de la nueva Unidad de Párpados y Ojeras de la Clínica Ivalia Dermis. También es cirujana oculoplástica de reconocidos centros oftalmológicos. Y asimismo es autora de varios capítulos de libros, publicaciones y ponente en congresos nacionales e internacionales. Siempre a la vanguardia y en la búsqueda de mejorar la atención a sus pacientes, en el año 2012 obtuvo el Máster en Medicina Estética en la Universidad Juan Carlos, Madrid, España. En definitiva, las mejores manos en las que ponernos en lo que a los problemas oculares se refiere.

Hoy vamos a hablar, en concreto, como os decíamos más arriba, de los ojos secos debido al uso indiscriminado de los aparatos tecnológicos a lo largo del día, ya sea en el trabajo con el ordenador, en casa con la tablet, incluso en el transporte público con el teléfono móvil… Casi pasamos tantas horas o más frente a una pantalla que durmiendo al día, y estamos dañando nuestros ojos.

Qué es el ojo seco

Se llama ojo seco a la alteración que se produce en la superficie de la córnea y la conjuntiva por falta de lágrima o porque esta es de mala calidad. Como consecuencia, la superficie del ojo no está bien lubricada, lo que puede dar origen a molestias oculares, problemas visuales y lesiones en la córnea y la conjuntiva, algo que es conveniente prevenir antes de que vaya a más y derive en estos problemas.

Se trata de algo muy frecuente, que afecta a un 20 por ciento de la población general, pero a partir de los 65 años este porcentaje aumenta hasta un 75 por ciento debido a la disminución de la secreción por la edad (la razón más frecuente), ya que con el envejecimiento se atrofian las células que generan la lágrima. Pero también esta sequedad puede venir originada por cambios hormonales (embarazo, consumo de anticonceptivos orales y menopausia), los factores ambientales, especialmente en entornos con mucha evaporación (viento, aires acondicionados, calefacciones, etc.), la lectura prolongada y el uso de pantallas, ya que se reduce el parpadeo, con lo que la lágrima no se distribuye correctamente y aumenta su evaporación, algunas enfermedades sistémicas (Síndrome de Sjögren, Artritis Reumatoide, etc.), el uso de lentes de contacto, la toma de medicaciones, patología de párpados como la blefaritis, algunos procedimientos quirúrgicos oftalmológicos, y algunas enfermedades cicatrizantes de la superficie ocular (como conjuntivitis vírica severa).

El síndrome del ojo seco causa irritación, escozor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño o arenilla en la superficie ocular, además de fatiga, mala calidad visual, pesadez en los párpados o lagrimeo. Aunque resulte difícil de comprender, un paciente puede lagrimear a pesar de tener un ojo seco. El ojo cuando detecta un agente agresor (aire, cuerpos extraños etc.) se defiende produciendo más lágrima, si esta es ineficaz por alteraciones cualitativas, se segregará más lágrima para intentar compensar, llegando así a la situación de ojo seco y lagrimeo.

Si notamos alguno de estos síntomas, debemos acudir a la doctora Cecilia Rodríguez sin miedo, ya que ella sabrá ayudarnos. En principio el paciente deberá eliminar causas predisponentes y factores ambientales que puedan estar ocasionándolo. Además la utilización frecuente de lágrimas artificiales proporcionará alivio sintomático y mejorará la visión. En casos leves estas medidas suelen ser suficientes. En casos más severos serán necesarias otras alternativas como tapones lagrimales, suero autólogo, suplementos de vitamina a y omega 3 DHA, y hasta cirugías para evitar el daño corneal.

Es importante estudiar detenidamente a cada paciente, ya que si no se determina qué es lo que ocasiona el ojo seco, el tratamiento nunca será el adecuado. El curso del ojo seco suele ser crónico, con períodos de mejoría y empeoramiento. Y, por supuesto, el tratamiento mejora de manera sensible la calidad de vida.

 

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