Cuando nos encontramos ante una plaga, ya sabemos que tenemos un problema, y si tenemos mascotas, por ejemplo, un perro, el problema es doble, pues si el perro coge pulgas puede contagiar a todas las personas que convivan con él y crear un problema en el hogar. Hay empresas, como Control Plag, especializadas en el control de plagas y fumigación de locales, viviendas, y toda clase de instalaciones o negocios, y esta solución es una de las convenientes si sospechamos de que podamos tener algún tipo de parásito en nuestro hogar.
La pulga es un parásito de pequeño tamaño, y es el más frecuente en el perro. Vive de la sangre del animal o de la persona en que esté alojada. Es de color marrón y achatada lateralmente, para poder desplazarse mejor entre el pelo del animal. Asimismo, es muy ágil, por lo que puede saltar de un animal a otro, o incluso a una persona, muy fácilmente. No solo es molesta por las picaduras que ocasiona sino que puede ser portadora de enfermedades, como el tifus o la peste bubónica. Es muy resistente, pues puede vivir dos meses sin alimentarse. Las pulgas, en condiciones favorables, pueden poner más de cien huevos diarios y se depositan donde el animal que aloja a la pulga se halle en ese momento, en el suelo si está tumbado o caminando, por lo que puede llegar a infectarse rápidamente el lugar donde se halle el perro, aunque es difícil de detectar, pues son animales muy pequeños y difíciles de ver, sobre todo si el perro es de pelo largo. Pero si lo vemos inquieto, si se rasca o mordisquea la parte del rabo, deberíamos observarlo con más detenimiento.
Y si además de la mascota en nuestro hogar hay niños, el cuidado hay que multiplicarlo, pues ya sabemos que los niños juegan con ella, se le suben al lomo, se acuestan a su lado, la tocan, la acarician y luego se llevan las manos a la boca. Por lo que el cuidado, la limpieza y las medidas de prevención tienen que ser extremas.
La pulga se reproduce fácilmente con clima cálido y húmedo, por lo que los meses de verano ofrecen unas buenas condiciones, pero actualmente con el aumento de mascotas en los hogares, y la calefacción central, así como el uso de las alfombras, cualquier época del año sirve para que este parásito realice su ciclo completo de reproducción. Y si una mascota tiene pulgas, es muy probable que algunas de ellas ya se hayan instalado en la casa, por lo que debemos controlarlas pasando el aspirador muy a menudo por todo el entorno del animal, incluidas las mantas y accesorios donde se instale nuestra mascota, así como fregar y desinfectar el suelo para de esta forma poder tener el parásito controlado y que no llegue a convertirse en una plaga de mayores consecuencias, pues se dice que si las condiciones son favorables, en un mes cien pulgas pueden llegar a ser medio millón.
Además de esta limpieza del lugar donde se aloje nuestra mascota, debemos bañarlo regularmente con champús especiales y cepillarle el pelo con unos cepillos adecuados, así como colocar semillas de cilantro o lavanda donde se acueste el perro, pues su olor repele a estos parásitos. En el mercado también existen collares, espray, pulverizadores, etc., para mantener a nuestras mascotas libres de las pulgas. Si a pesar de todas estas medidas no logramos librarnos de una plaga, debemos contactar primero con un veterinario para que nos indique la medicación a suministrar a nuestro perro y a continuación con una empresa especializada en plagas a fin de que fumigue tanto el interior como el exterior de nuestra vivienda y nos indique los pasos a realizar.