Soy una apasionada de la cultura del vino, si bien, hasta hace muy poco eran muchas las cosas que desconocía. Creía conocer las mejores marcas y combinaciones, al menos para organizar catas informales en casa.
Con motivo del cumpleaños de un buen amigo celebré una cata especial a la que invité a muchos de sus amigos, entre ellos había varios expertos en el mundo del vino.
Lo mejor de esta cata fue todo lo que aprendí, cosas básicas que desconocía. De hecho, mi fallo estuvo en un detalle al que nunca le había prestado verdadera atención: las copas.
Uno de mis invitados me lo explicó todo sobre la importancia de elegir las copas adecuadas para preservar el sabor y la calidad del vino.
Hasta me recomendó varias empresas del sector, principalmente Giona Premium Glass, donde podía encontrar las copas que necesitaba para que mis próximos catering fueran todo un éxito, así como otra empresa especializada en copas considerada una de las mejores, RIEDEL.
Las Mejores Copas para Vino
Mi invitado me habló apasionadamente de la gran variedad de copas, una para cada tipo de vino. Me habló de la Copa Borgoña que es la copa más utilizada para consumir vinos tintos de calidad, y que durante muchos años ha sido considerada como la mejor.
Junto con esta, Alnor, la copa tradicionalmente usada para vinos tintos, bastante útil, pero que en los últimos tiempos ha ido siendo sustituida por la Copa Oenologue, que con una forma bastante parecida tiene la ventaja de tener un pie más largo.
Esta es una copa perfecta para los vinos tintos, ya que para este tipo de vinos se consideran ideales las copas anchas y con forma de balón, pues permiten un mejor control del aroma.
La quintaesencia de las copas de vino está representada, por RIEDEL. Mi amigo me habló de esta empresa austríaca que fabrica copas desde el S. XVIII. Considerada por muchos como la empresa fabricante de las mejores copas del mundo. Destaca por haber diseñado una serie de copas concebidas para cada variedad de vinos.
Y es que, al parecer, los aromas se diluyen al alejarse del líquido pero pueden ser demasiado concentrados y sin matices si no tienen aire y espacio para desenvolverse, además, los componentes florales o frutales son más volátiles y los minerales más pesados; con todo las copas de esta marca tratan de realzar las mejores virtudes de cada variedad, creando la copa ideal para cada una de ellas (cabernet, sauvignon, albariño,tempranillo, chardonnay).
Así, por ejemplo, también entendí el diseñado especial de las copas destinadas a la cata, con un tallo o pie ancho y hueco que puede contener la cantidad exacta y necesaria para dar dos sorbos. La copa puede colocarse en horizontal sin que se derrame líquido y podemos girarla 360º para impregnar la superficie de todas sus paredes con una película de vino que ofrecerá una amplia sensación olfativa.
Otro aspecto en el que no había caído nunca en relación a las copas es su cuidado. Y es que hay ciertos detalles que se me escapaban en este sentido. Detalles como el de usar el lavaplatos, aspecto que no es nada conveniente para lavar copas, ya que las estropea y blanquea, es mucho mejor lavarlas a mano.
Tampoco es aconsejable usar ningún tipo de jabón porque éste dejaría restos y olores molestos en el cristal que después enmascararían los aromas del vino y dificultarían la cata. Es mejor secarlas suavemente con un paño que no tenga rizos ni pelos.
Hay que evitar secarlas al aire, ya que así las paredes quedarán manchadas con restos de cal que además pueden ensuciar el cristal y dificultar la observación de las características del vino en la cata. También es mejor guardarlas bocarriba, en un armario cerrado o incluso mejor con un paño fino encima para protegerlas del polvo.